• La proeza del equipo de la UCI del Hospital Puerta de Hierro de Madrid pone de relieve la calidad y excelencia de la Medicina Intensiva en nuestro país.
  • El desarrollo de esta técnica permitirá aumentar la disponibilidad de corazones para trasplante entre un 5 y un 10 % en España.
  • El uso de la ECMO ha vuelto a tener un papel principal, una técnica compleja que se debe centralizar en hospitales concretos.

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Madrid, 17 de febrero de 2020. Esta mañana se ha hecho público el primer caso de trasplante de corazón procedente de un donante en muerte circulatoria en España. El equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid no solo ha colaborado en salvar la vida de un paciente, sino también en abrir la puerta a un tipo de trasplante que vuelve a poner a la Medicina Intensiva española a la vanguardia europea. Además, pone de relieve el alto grado de calidad y excelencia de esta especialidad en el panorama médico de nuestro país.

España se ha convertido en el tercer país de Europa en realizar con éxito este tipo de trasplante, tras Reino Unido (el país pionero, junto a Australia) y Bélgica; y el quinto del mundo, tras el caso publicado en Estados Unidos el pasado diciembre. “Es un gran paso para la Medicina Intensiva española porque nuestro modelo de donación y trasplante se sustenta en la figura del coordinador de trasplantes, que en la mayoría de los casos es un intensivista. De hecho, la donación de órganos debe considerarse parte de la cartera de servicios de nuestra especialidad. Que España esté a la cabeza del mundo en número de donantes pmp (por millón de población) es fruto del trabajo de los intensivistas. A partir de ahí, el resto del proceso de donación y trasplantes y su éxito es mérito de muchos más profesionales: cirujanos, anestesistas, médicos, enfermeras…”, explica el doctor Juan José Rubio Muñoz, coordinador del Grupo de Trabajo de Trasplantes de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) y, a su vez, uno de los doctores que participaron en el trasplante del Hospital Universitario Puerta de Hierro.

Tradicionalmente, los trasplantes de corazón provienen de donantes en muerte cerebral.  En cambio, la donación después de muerte circulatoria tiene lugar una vez el corazón ha dejado de latir y la muerte del paciente ha sido declarada. En este proceso, se ha demostrado importante el uso de la ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea), una técnica extracorpórea para proporcionar soporte cardíaco y respiratorio. “Los donantes en asistolia se manejan cada vez más con la ECMO, que es una técnica de uso frecuente por los intensivistas”, prosigue el doctor.

Es posible llevar a cabo este tipo de trasplante sin el uso de esta máquina, como han hecho en Australia y en Gran Bretaña anteriormente. “En este caso, se extrae el corazón una vez fallecido el paciente, se coloca en una máquina de recuperación y preservación ex vivo, se evalúa y se trasplanta, si procede. En nuestro caso, como se hizo también en Bélgica, hemos utilizado una ECMO para recuperar el corazón in situ (sin extraer) y, una vez recuperado y valorada su buena función, lo hemos explantado y trasplantado en el receptor”, explica la doctora Marina Pérez Redondo, miembro del Grupo de Trabajo de Trasplantes de la SEMICYUC, coordinadora de Trasplantes del Hospital Universitario Puerta de Hierro junto al doctor Rubio y también una de las intensivistas que participaron en el trasplante.

Ambos doctores valoran positivamente el éxito de esta intervención, ya que va a permitir aumentar el número de trasplantes de corazón que se lleven a cabo en nuestro país. “Se estima que el programa de trasplante cardíaco de donantes en asistolia podría aumentar la disponibilidad de corazones para trasplante entre un 5 y un 10 % en España”, afirma la doctora Pérez Redondo. Además, confían en que el desarrollo de esta técnica despeje cuestiones cuya respuesta aun necesita de una mayor investigación, como determinar un límite de edad de los donantes o si es posible trasplantar corazones con tiempos de isquemia fría largos, es decir, si es posible enviar corazones a hospitales alejados.

Este tipo de trasplante tiene identificado un perfil de donante: menores de 45 años con una buena función ventricular. En cuanto a los receptores, se establecen las mismas condiciones que ya existen para los que reciben corazones de donantes en muerte encefálica.

Para la SEMICYUC, la puesta en marcha de esta técnica de alta complejidad ha puesto una vez más de manifiesto el alto nivel de la Medicina Intensiva en España. “Considerar la importancia de retirar medidas fútiles y priorizar los cuidados al final de la vida del paciente crítico es una forma de trabajar que hemos incorporado a nuestra labor como intensivistas, lo que representa una evolución hacia una medicina de mayor calidad”, explica el doctor Rubio. No hay que olvidar que en el protocolo de valoración de este tipo de donantes tiene un papel primordial el intensivista, ni que en su posterior manejo, con el uso de la ECMO en el quirófano, el papel de estos especialistas es fundamental.