Nuestros pacientes y sus familiares son la razón de ser de nuestra profesión y nuestra especialidad.

El médico intensivista es el especialista del paciente crítico, el paciente que presenta un compromiso vital y quiere de unos medios humanos con una formación específica y unos recursos materiales especiales. El núcleo de nuestro trabajo se desarrolla en las diferentes UCI de los hospitales, que pueden ser generales o específicas de alguna patología concreta como las UCI Cardiacas-Coronarias, UCI de Politraumatizados, UCI de Quemados, etc. Sin embargo, también participamos y trabajos en otras áreas:

  • Coordinadores de trasplantes. La mayor parte de los coordinadores de trasplantes de España son médicos intensivistas. Su labor es fundamental para esta gran obra social de la que todos podemos ser partícipes de una manera o de otra. La detección de potenciales donantes y la coordinación de todo el operativo necesario es una intensa tarea que nos llena de satisfacción.
  • Coordinación de diferentes proyectos en hospitales dirigidos a pacientes que no están en UCI pero cuya situación es potencialmente grave y puede complicarse, por lo que requieren de un seguimiento especial: pacientes con sepsis, UCI sin paredes para el seguimiento de pacientes en planta, código infarto en colaboración con Cardiología, código ictus
  • Unidades de cuidados intermedios.
  • Atención precoz al paciente crítico desde el lugar donde se encuentre (atención prehospitalaria en UVI móvil o helicóptero), pasando por las áreas de Urgencias de los hospitales.
  • Traslados especialmente complejos como los pacientes sometidos a circulación extracorpórea con ECMO.
  • Implantación de marcapasos y su seguimiento, así como otros dispositivos implantables.

La Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)

Un poco de historia

No es sencillo determinar el origen del concepto de cuidados intensivos en medicina. Como tantas especialidades, sus inicios surgen de una serie de conocimientos o capacidades técnicas nuevas que abren un nuevo campo al que, inicialmente, se dedican médicos de especialidades ya existentes que muestran interés por esta nueva rama. En el caso de la Medicina Intensiva fueron esenciales la capacidad técnica derivada de los sistemas de monitorización y ventilación mecánica y el conocimiento de la fisiopatología del paciente crítico, pues dieron lugar a un cuerpo de doctrina específico.

En 1964 Shillinford abrió la UCI del Hospital Hammersmith de Londres y en 1966 se creó la primera en España, en la Fundación Jiménez Díaz.

En 1973, el 31% de los médicos que trabajaban en las primeras UCI eran especialistas en Medicina Interna, el 25% en Cardiología, el 16% en Anestesiología y el 9% en las diferentes áreas, principalmente en Neumología y Cirugía. El restante 19% de los profesionales había comenzado su trabajo directamente en los servicios de medicina intensiva sin haber pasado por cualquier otra especialidad. En esa fecha ya se convocaron plazas de cuidados intensivos en el BOE y en 1978 se constituyó como especialidad primaria, con su cuerpo de doctrina y su programa formativo.

¿Qué es una UCI?

Se llama Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) a la unidad hospitalaria donde se tratan los pacientes críticos de cualquier origen bajo la dirección de médicos especialistas en Medicina Intensiva (intensivistas). En ocasiones, por el tamaño del hospital, hay diferentes secciones de la UCI (UCI polivalente, UCI de politrauma, UCI de neurocríticos, etc.), dentro del Servicio de Medicina Intensiva. El término UVI ha ido quedando en desuso pero se refería a las mismas unidades. En algún hospital se denomina unidad de cuidados críticos (término menos extendido en nuestro entorno).

En la UCI se atienden pacientes graves con cualquier patología, médica o quirúrgica: sepsis, politraumatismos, grandes quemados, donación y trasplante, coma, ictus, neurocríticos, daño renal o hepático agudo grave, shock, hemorragias, coronarios…

El desarrollo técnico y la especialización de los recursos hospitalarios ha llevado a la creación de diferentes espacios o unidades singulares en las que trabajan muchos profesionales de forma coordinada. Para muchas personas puede resultar difícil aclararse entre tantas unidades con nombres o siglas variadas que, además, pueden tener particularidades locales.

Donación y trasplante

Una de las funciones del especialista en Medicina Intensiva es la relacionada con la donación de órganos y los trasplantes. Trabajamos en colaboración con la Organización Nacional de Trasplantes para que el éxito y la transparencia de este proceso sean máximos.

La donación es un gesto altruista, considerado como el mayor acto de bondad entre los seres humanos. Puede ser donante de órganos toda persona que en vida decida que, a su muerte, sus órganos sirvan para salvar o mejorar la vida de otros. Esto no siempre es posible pues, entre otras circunstancias, es preciso que el fallecimiento acontezca en una Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital. Es en la UCI donde los especialistas en Medicina Intensiva pueden poner en marcha un complejo proceso en el que son tan importantes la experiencia y medios técnicos como la calidad humana en el trato con los familiares y allegados.

Puede obtener más información contactando con nosotros o en los siguientes enlaces de la ONT:

COVID-19

Guía para familiares

Cuando una persona ingresa en la UCI, al propio paciente y a sus familiares se les plantean numerosas dudas. Quienes mejor pueden ayudaros en ese proceso son los profesionales que os están atendiendo. No obstante, aquí podéis consultar una guía desarrollada por el proyecto HUCI que os ayudará a resolver algunas inquietudes.

ACCEDE A LA GUÍA

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Foro Español de Pacientes

Nuestra apuesta por una atención cercana a nuestros pacientes en estas situaciones tan difíciles nos lleva a participar en diversas iniciativas. Hemos firmado un acuerdo de colaboración con el Foro Español de Pacientes.