• Se han implementado en todos los centros los protocolos de transfusión masiva que han permitido mantener una situación adecuada para el paciente crítico.
  • Estos protocolos de manejo de hemocomponentes son guiados por objetivos.
  • La formación sobre el paciente crítico desde la universidad con asignaturas que tratan la inclusión de aspectos clínicos relevantes en relación con la medicina transfusional supone un hito novedoso.

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Palma, 11 de junio de 2019. Millones de personas en el mundo reciben una transfusión de sangre que salva sus vidas, por este motivo hace unos años nace el Patient Blood Management (PBM). El PBM es un concepto multidisciplinario que se centra principalmente en la seguridad del paciente evitando y / o tratando la anemia, minimizando la pérdida de sangre y el sangrado y optimizando la reserva fisiológica ante la anemia. Los estudios han demostrado que esta estrategia integral reduce significativamente el uso de productos sanguíneos alogénicos y por lo tanto reduce sus efectos adversos en el resultado del paciente. También se ha demostrado que el PBM ahorra costos para los sistemas de salud.

Todo este movimiento en torno a la sangre nace con un mandato de la OMS  en el año 2010, que insta a la Comunidad Científica Internacional a prestar atención al tema de la sangre, pidiendo que se haga un uso óptimo de la misma, ya que es un bien escaso, que no se puede fabricar, y que depende de un proceso de donación.

En la actualidad, se han implementado en todos los centros los protocolos de transfusión masiva, lo que ha permitido mantener una situación adecuada para el paciente crítico, y esto se traduce en una mayor seguridad clínica para el paciente, y en un mejora manejo de un recurso tan limitado como son los hemocomponentes.

Por otro lado, se han implementado protocolos de manejo de hemocomponentes guiados por objetivos, esto quiere decir que se realizar un empleo más adecuado de ellos, así como de los hemoderivados.

“La implementación del PBM está en un punto muy inicial en las UCI españolas. Realmente no hay una buena política de actuación a este respecto, y es una pena. Existen experiencias individuales, por eso hay hospitales en los que tiene mucha presencia y otros en los que no saben ni lo que es; pero desde el Grupo de Trabajo de Hemoderivados (GTH) de la SEMICYUC estamos trabajando para su implementación, y para ello hemos empezado con actividades formativas”, comenta el Dr. Manuel Quintana, miembro del GTH de la SEMICYUC.

Ahora mismo, se están trabajando diferentes escenarios en relación al paciente sangrante crítico:

  • Implementación de registros. Es fundamental saber cuál es el punto de partida y hasta dónde se puede llegar.
  • Implementación de técnicas diagnósticas. El point of care, por ejemplo, que permiten en poco tiempo tener una idea de qué es lo que ocurre y llevar a cabo un manejo guiado por objetivos.
  • Implementación del empleo precoz y adecuado de fármacos prohemostáticos.
  • Insistencia en la técnicas de prevención (escenario ideal) y control de los factores que interfieren en la pentada pronóstica de la coagulopatía del paciente crítico sangrante.
  • La formación, desde la universidad, sobre la importancia de la calidad asistencial del paciente sangrante.

“La clave de todo cambio cultural, y la gestión del paciente sangrante lo es, requiere formación y está demostrado que la precocidad en la adquisición de conocimientos ayuda. Así que, desde las asignaturas que en la facultades llevamos los intensivistas, el hecho de introducir una o más clases de Medicina Transfusional es un gran avance y además supone un hito novedoso, ya que no es un aspecto que se trate en otras asignaturas, cuando la práctica transfusional no deja de ser una de las prácticas médicas más controvertidas”, dice el Dr. Quintana.

Otro de los puntos importantes a los que cada vez se le da mayor importancia desde los servicios de medicina intensiva, es el proceso de donación de sangre y la relación con los familiares.

“Aunque desde intensivos estamos poco implicados en los procesos de donación, creo que por el contacto que tenemos con los familiares de los enfermos críticos, podríamos trabajar en estimular la participación de estos en el altruista proceso de la donación, aumentando su concienciación al tener un familiar en estado crítico”, concluye Manuel Quintana.

Durante el LIV Congreso Nacional de la SEMICYUC que se está celebrando en Palma de Mallorca, el Grupo de Trabajo de Hemoderivados trabajará en la visibilización del paciente sangrante y en la concienciación de los profesionales sobre este tema.