• Desde SEMICYUC se trabaja en la defensa del papel del intensivista como pieza clave del transporte de pacientes críticos y en la creación de redes de transporte especializado que permitan la universalidad de las terapias.
  • La creación de equipos especializados en transporte crítico secundario se está viendo una necesidad principalmente para aquellos traslados de mayor complejidad o de mayor duración.
  • El intensivista formado en transporte es sinónimo de seguridad y calidad asistencial en el proceso de atención al paciente crítico.

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Madrid, 30 de diciembre de 2019. El transporte de pacientes críticos es un proceso frecuente que se desarrolla, habitualmente, en tres procesos diferentes: en la calle (transporte pre-hospitalario), dentro del hospital (intra-hospitalario) o entre unidades de cuidados intensivos (inter-hospitalario o transporte secundario). Estos tipos de transportes están evolucionando hacia una mayor especialización debido a un aumento en el volumen de traslados y a la complejidad de estos.

El transporte del paciente crítico está relacionado con la posibilidad de eventos adversos e, incluso, se ha relacionado con el aumento del tiempo de estancia en UCI o con la morbilidad y mortalidad en las horas posteriores del traslado.

Es difícil estimar exactamente el porcentaje de eventos adversos que causan los transportes de pacientes críticos ya que influyen muchos factores relacionados con el paciente y su gravedad. También influyen factores logísticos, técnicos y de personal que realiza el traslado, y la capacidad de medición durante el proceso. Aunque sí se sabe que los traslados urgentes, los pacientes más graves, la cantidad de tecnología necesaria, el tiempo de traslado y la falta de formación en transporte son factores que aumentan el riesgo de eventos adversos.

La tasa de estos eventos, en los mejores casos, es decir, con un equipo altamente cualificado tanto en transporte como en pacientes críticos, se estima en un 7% para el transporte inter-hospitalario de pacientes críticos, llegando a un 45% en caso de transporte aéreo en ECMO de más de tres horas de duración. Estos datos están reflejados en los últimos estudios realizados por equipos de especialistas en traslado de pacientes de Reino Unido y Suecia, lo que quiere decir que existe cada día más conciencia de este proceso y de la necesidad de apostar por equipos de transporte especializado.

Es necesario crear cultura de trabajo en red ya que cada día es necesaria una mayor regionalización  debido a la necesidad de introducir tecnología y procedimientos novedosos, y con ello, crear cultura de seguridad en torno al transporte crítico. Existe la necesidad de mejorar de comunicación entre las UCI exportadoras e importadoras de pacientes, y de mejorar los mecanismos de documentación e información relativa al traslado como un consentimiento informado, es por ello que son necesarios protocolos comunes que permitan agilizar las decisiones y aumentar la seguridad de éstos, y una mayor implicación en el proceso y evaluar el riesgo de cada traslado. Para esto último, es necesario trabajar en escalas de valoración que detecten los pacientes de alto riesgo de traslado teniendo en cuenta la gravedad del paciente, el tiempo de traslado, el objetivo de éste y los medios de los que disponemos para ayudar a la toma de decisiones.

Por este motivo la Sociedad Española de Medicina Intensiva Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) ha creado dentro de su Grupo de Trabajo de Organización, Planificación y Gestión (GTOPG) un área dedicada a los transportes del paciente crítico.

“En España no disponemos de datos en torno a los traslados de pacientes críticos. Podemos conocer los datos que ofrecen los servicios de transporte sanitario sobre traslados secundarios o el número de códigos activados en fase pre-hospitalaria. Lo que sí podemos decir es que el número de pacientes que se trasladan y la gravedad de éstos es cada vez mayor. Existen datos que demuestran cómo actualmente la Medicina Intensiva, aun siendo menos restrictiva tratando pacientes más mayores, con mayor comorbilidad y gravedad, sigue reduciendo las cifras de mortalidad. La mejora tecnológica y la especialización en las diferentes áreas del paciente crítico supone una esperanza de tratamiento y con esa esperanza muchos pacientes son trasladados a los centros que disponen de estas terapias”, comenta la Dra. Paula Burgueño miembro del Área de Transportes del GTOPG de la SEMICYUC.

La regionalización de recursos ha demostrado que mejorar los resultados al concentrar la experiencia y al mismo tiempo su coste es eficiente, pero esta regionalización afecta a los pacientes. Con una medicina cada día menos restrictiva en cuanto a limitar terapias, como consecuencia de la mejora de resultados en términos de morbilidad y mortalidad asociada al ingreso en UCI, la presión de ofrecer tratamientos más agresivos o específicos  aumenta, y con ello la esperanza con la que los pacientes críticos son trasladados cada día en mayor volumen y con mayor complejidad y gravedad a centros de referencia.

Cada día es más frecuente la realización de traslados extraordinarios, realizados en colaboración con el ejército y los equipos especializados de Madrid o Barcelona, en busca de un paciente que precisa la ECMO, por lo que “esto refleja que debemos trabajar en mejorar el transporte especializado crítico de adultos y pediátrico que permita la universalidad de las terapias en nuestro sistema nacional de salud. Actualmente podemos decir que tenemos más armas terapéuticas para los pacientes críticos pero estos deben llegar a los centros de una forma no extraordinaria sino regulada y segura”, reclama la Dra. Burgueño. La integración entre diferentes niveles asistenciales y entre unidades de cuidados intensivos es importante para la continuidad asistencial y, particularmente, en el paciente crítico donde los tiempos juegan un papel crucial.

“El reconocimiento de ésta área de la Medicina Intensiva y la creación de un sub-grupo de trabajo dentro de la SEMICYUC es un paso muy importante en la regulación de este tipo de transportes. Tenemos muchas acciones previstas en las diferentes áreas que abarcamos, y se trata de un proyecto a largo plazo. Un primer objetivo es aumentar la formación en transporte y la concienciación de medicina intensiva hacia la seguridad del paciente en torno a este proceso ya sea intra-hospitalario, inter-hospitalario o pre-hospitalario. Fomentar la cultura de trabajo en red entre las UCI, aumentando las vías de comunicación y los protocolos de traslado. La creación de equipos especializados en transporte crítico secundario se está viendo una necesidad principalmente para aquellos traslados de mayor complejidad o de mayor duración, ya que el intensivista formado en transporte es sinónimo de seguridad y calidad asistencial en el proceso de atención al paciente crítico”, indica la Dra. Burgueño.

Otro de los objetivos necesarios es generar una base de datos de transporte inter-hospitalario de pacientes críticos que informe del volumen de pacientes que se traslada, cuál es su gravedad, los tiempos y las condiciones de traslado.

Desde SEMICYUC se trabaja en la defensa del papel del intensivista como pieza clave del transporte de pacientes críticos y la creación de redes de transporte especializado que permitan la universalidad de las terapias y la equidad del sistema sanitario ofreciendo seguridad y calidad asistencial. El papel del médico intensivista es clave en el manejo del paciente crítico, así como en la medicina pre-hospitalaria, área en la que también se está evolucionando hacia una mayor especialización con la introducción de nuevas terapias y técnicas propias de la Medicina Intensiva.