En el AJRCCM hemos leído un artículo que, ya solo por su titular, se nos antoja llamativo (¡por no decir polémico!): “EL MITO DE LA CRISIS DE PERSONAL. ¿POR QUÉ LOS ESTADOS UNIDOS NO NECESITAN MÁS MÉDICOS INTENSIVISTAS?”
[http://www.atsjournals.org/doi/abs/10.1164/rccm.201408-1477CP#.VMdzfdKG-So]
Desde la SEMICYUC le hemos dado una vuelta este asunto, que ya parece ser cíclico, y hemos creído conveniente compartir con todos vosotros nuestras reflexiones, tal vez más interesantes para nuestros otros compañeros de profesión y gerencias hospitalarias, que para los intensivistas, conocedores de su propia realidad.
A raíz de ese artículo americano hemos traído el tema a nuestro terreno (España y nuestros SMI) y nos hemos hecho algunas preguntas: ¿Es rentable formar más intensivistas? ¿Es comparable el papel que juegan los profesionales de la medicina intensiva en España al de los EEUU? Como todos sabemos, el modelo español, aunque también compartido por otros países, se basa en una Medicina Intensiva como servicio central que realiza una labor que va mucho más allá de las paredes de la propia UCI. Y que cuenta, además, con una cartera de servicios muchísimo más amplia que la de las unidades norteamericanas.
¿Cuál es el beneficio en España del paciente que ingresa precozmente en una UCI y es atendido por un intensivista, aun no siendo realmente ese paciente crítico sino semicrítico? ¿Conlleva ese ingreso gastos excesivos para el sistema, o no tanto?Nosotros creemos que el ingreso precoz de un paciente en una UCI, si la infraestructura y personal lo permite, únicamente tiene consecuencias positivas para el paciente y para el sistema. Y a pesar de que esto es algo con lo que todos estamos familiarizados, la sombra de la duda no termina de disiparse. A veces parece que es la enfermedad crónica con la que más debemos luchar…
Artículos como este deberían invitar a los intensivistas españoles a reflexionar. No sobre cómo realizamos nuestro trabajo, sino por la publicidad y difusión que nos permite poner en valor las cosas buenas que todos hacemos desde nuestros SMI.
Debemos dejar de lado viejos estereotipos y trabajar para el futuro de nuestra especialidad, convirtiendo en rutina nuestra actividad fuera de la UCI y ampliando así nuestra cartera de servicios.
¡Tenemos que seguir haciéndonos valer!
Aquí podéis leer y desargar en formato PDF las consideraciones técnicas que hace la SEMICYUC respecto a todos estos interrogantes. Agradecemos especialmente a Javier Ruiz Moreno, Vicente Gómez Tello y Ángela Alonso Ovies que las hayan puesto negro sobre blanco.
Os animamos, por supuesto, a participar activamente en esta reflexión común con vuestros comentarios y difusión de este artículo en el medio que creáis oportuno.
¡Gracias!