Ya se encuentra disponible en formato online el artículo “The future of intensive care medicine” (all authors contributed equally to the manuscript content) firmado por las diferentes sociedades científicas.
La formación en medicina intensiva, ya sea como especialidad primaria o a partir de una troncalidad común para después convertirse en supra-especialidad, debería incluir competencias clave que garanticen un cuidado estándar y homogéneo del paciente crítico, así como proveer al sistema sanitario del número de especialistas en medicina intensiva (intensivistas)de forma ajustada y anticipada al ritmo de crecimiento de la necesidad asistencial.
La organización de los cuidados intensivos desde la visión de las distintas especialidades o en unidades centralizadas y jerarquizadas, es heterogénea y está en constante evolución.
No obstante el acceso y tratamiento precoz del enfermo crítico por parte de un intensivista,debería estar siempre garantizado, no únicamente en los servicios de medicina intensiva, sino en todos los departamentos de un hospital, actuando el intensivista como elemento central en la comunicación y coordinación entre los diferentes servicios y especialistas, a fin de lograr la más alta calidad y eficacia en la asistencia.
La investigación clínica en medicina intensiva está sustentada por la excelencia de conocimiento de sus profesionales, pero son necesarias estructuras de apoyo: la integración de la investigación e innovación en la rutina diaria y un incremento de la investigación traslacional, a fin de identificar áreas que muestren elementos potenciales de avance en el aspecto clínico y la aplicación de los principios de la investigación básica y fisiológica en el entorno de la medicina intensiva. Las tecnologías de la comunicación y la información ofrecen un marco idóneo para compartir y poner en común el conocimiento y apoyar la formación, la investigación
y la innovación en medicina intensiva.
Ciudadanía, profesionales de la salud y responsables políticos deben apoyar que aquellos profesionales con el mejor conocimiento científico tomen las decisiones sobre las prioridades en la gestión del cuidado del enfermo crítico, dentro de un modelo económico sostenible. Las sociedades científicas tienen un papel crucial en la definición de los niveles mínimos de atención médica intensiva y también en asegurar estándares de capacitación, formación de intensivistas y acreditación, promoviendo la interacción entre especialidades, familias, sociedad y responsables políticos.
La percepción del valor de la medicina intensiva entre la ciudadanía y la Administración debe ser constantemente mejorada mediante esfuerzos coordinados y dirigidos a incrementar el conocimiento que la medicina intensiva pone a su disposición y de los éxitos alcanzados por esta especialidad.